El color es uno de los principales elementos de la decoración. Tiene la capacidad de afectar las proporciones aparentes del espacio (alto, ancho, profundidad), manipular la percepción de la luz, influir en la psicología de las personas y colabora directamente con el estilo decorativo.
En la decoración de interiores es fundamental encontrar un esquema de colores que funcione adecuadamente.
Para ello necesitamos conocer la teoría del color: qué es el color y cómo se forman los colores. Entender cómo funcionan los colores, tanto individualmente como en armonía o contraste con otros, es esencial tanto para el decorador amateur como para el profesional.
¿Qué es el color?
El color no está en las cosas; el color está en la luz. En realidad, las cosas no tienen color. Y aunque la luz es siempre blanca, al propagarse lo hace por medio de ondas que tienen la capacidad de descomponerse en siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil (azul oscuro) y violeta.
Cada color de este espectro está producido por una longitud de onda. Cuando la luz blanca natural incide sobre un determinado objeto, éste refleja una o unas determinadas longitudes de onda y absorbe las demás. Así se forman los colores, permitiendo ver los objetos como si realmente tuvieran color, pero se trata de un efecto físico de reflejo o absorción de ondas lumínicas. Por ejemplo, los cuerpos rojos reflejan el rojo y absorben el resto de los colores. Y así con cada uno de los colores. Los cuerpos que no reflejan ningún color y absorben todos se ven de color negro. Los que reflejan todos los colores se ven de color blanco.
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